En el curso de la vida la voz presenta diferentes cambios que obedecen a factores de desarrollo, donde intervienen de manera preponderante el sistema nervioso y el sistema hormonal.
La función vocal de la laringe comienza desde el nacimiento. La modulación y entonación de los sonidos que produce tienen una información psicoafectiva que es muy bien interpretada por la madre. En el momento del nacimiento, la laringe tiene el tamaño aproximado de un tercio de la laringe de una mujer adulta.
De los tres a los nueve meses, bebé juega con su aparato vocal y hacia el final de esta edad comienza a imitar y a reproducir ritmos y melodías. El descenso de la laringe, (ocurre entre el nacimiento y los dos años de edad) permite una ganancia en tonos graves.
En la etapa de la pubertad ocurre la muda de la voz, la cual se acompaña de cambios hormonales, que conllevan transformaciones físicas y manifestaciones afectivas, psíquicas y sociales.
En la adolescencia se abandona el tono de voz agudo por un tono más grave y aumenta la intensidad. Este pasaje se efectúa habitualmente por una adaptación morfológica de la laringe al desarrollo del organismo.
En los dos sexos ocurre lo mismo, pero en el varón es más evidente. Se presenta un rápido crecimiento de la laringe, así como un descenso de su posición en el cuello. Estos cambios anatómicos producen un descenso de la frecuencia o tono de la voz. En el comienzo de la muda vocal, la voz cantada se hace casi imposible.
La voz cantada es un instrumento perfecto, capaz de transmitir las emociones más profundas. El canto es la expresión artística a través de la voz; constituye el más hermoso y sutil medio de comunicación que posee el ser humano.
Para que la voz cantada logre su máximo desarrollo, belleza y potencialidad, es preciso educarla. Las grandes voces son el resultado de un gran trabajo, cuidado y disciplina durante muchos años.
Señales de alerta de trastornos de la voz en adolescentes:
- Falta de eficacia en el acto vocal.
- Ronquera.
- Cansancio al hablar o después de hacerlo.
- Dolor y tensión en cuello y parte alta de la espalda.
- Falta de aire al final de una emisión sonora.
- Carraspeo frecuente.
- Sensación de cuerpo extraño en la garganta.
- Tos seca pertinaz.
- Molestia o ardor faríngeo.
- Molestias al deglutir.
- Sequedad en la boca.
- Voz nasal.
Factores predisponentes o de riesgo de trastornos de la voz en adolescentes:
· Carácter hiperactivo, con tendencia a juegos físicos violentos.
· Ambientes familiares ruidosos y excitados. Padres ansiosos e imperativos.
· Padres con disfonías crónicas. (Posible imitación).
· Trastornos otorrinolaringológicos (rinitis, otitis a repetición, laringitis, adenoiditis).
· Afecciones respiratorias infecciosas y alérgicas( infecciones respiratorias agudas a repetición, asma, bronquitis)
· Intervenciones quirúrgicas como traqueostomía, extirpación de nódulos o pólipos vocales, amigdalectomía, adenoidectomía y cirugía torácica.
· Malformaciones laríngeas congénitas.
· Deficiencias auditivas que impidan el control auditivo de la propia voz.
· Uso indiscriminado o abuso de la voz.
· No control de sus conflictos emocionales en las respuestas de ira o alegría.
· Imitación de ruidos de vehículos o animales.
· Hablar y usar audífonos para escuchar música de forma simultánea y frecuente.
· Exposición a contaminantes químicos ambientales: polvo de la tiza, polvo ambiental, plaguicidas, desinfectantes, productos utilizados en laboratorios y prácticas docentes.
· Utilización de locales compartidos sin condiciones estructurales para actividades docentes.
· Exceso de matrícula o hacinamiento.
· Tabaquismo y otras adicciones.
· Microlocalización de los centros educacionales en sitios con ruido ambiental exterior por encima de las normas o con contaminantes ambientales.
Cuidados de la voz en la adolescencia:
El primer paso para usar la voz efectivamente y mantenerla sana es la motivación para convertir los cuidados de la voz en una rutina diaria, en una forma de vida.
Cuidados en los centros escolares, por los maestros:
· Evitar los ambientes ruidosos, que obligan a utilizar intensidades de voz altas. Mantener el aula silenciosa, para que cuando se inicie el diálogo se realice siempre con mínimo ruido de fondo.
· Enseñar a controlar el ambiente con el cuerpo, las miradas, la cara; no con la voz
· Corregir y controlar la postura corporal y la posición de la cabeza (facilitando de esta forma una fonación y respiración adecuadas).
· Hablar con una buena articulación y con un ritmo adecuado con pausas y con tranquilidad. Ofrecer un buen modelo oral, variar la entonación de la voz, utilizar una voz expresiva, que no sea monótona.
· Procurar que el aula reúna unas condiciones acústicas óptimas.
· Utilizar recursos no verbales para requerir la atención de los niños (palmadas, suaves toques sobre la mesa)
· “Aprender a escuchar” el silencio, es decir, permanecer algunos instantes callados para favorecer la concentración antes de explicar, decirles información, etc.
· Acostumbrar a “mientras una persona habla, las demás escuchan” para entender bien lo que dicen, ya que no se pueden escuchar dos mensajes a la vez.
· Extremar cuidados con estudiantes deportistas, ya que una gran actividad física conlleva un estilo comunicativo impulsivo, al que se asocia hipertensión muscular, un uso de la voz abusivo en cuanto al volumen vocal y tendencia a utilizar el grito en prácticas cotidianas, así como con estudiantes que practican deportes que llevan implícito emitir un grito en el momento de la ejecución del movimiento corporal.
· Identificar y controlar la exposición a contaminantes químicos ambientales: polvo de la tiza, polvo ambiental, plaguicidas, desinfectantes, productos utilizados en laboratorios y prácticas docentes.
· Identificar dificultades o inexperiencia del maestro para controlar la disciplina del grupo. Actuar al respecto.
· Evitar compartir un local por más de un grupo sin la correspondiente independencia estructural.
· Evitar exceso de matrícula o hacinamiento.
· Prevenir tabaquismo y otras adicciones.
· Controlar la práctica correcta de la higiene bucal del colectivo estudiantil en el centro escolar.
Cuidados de la voz del canto en adolescentes:
Al estudiar música, se debe aplicar correctamente una técnica vocal, un aprendizaje. La voz cantada mal dirigida puede causar graves deficiencias vocales, por lo que se recomienda a los profesores de lenguaje musical, de canto y directores de coro que cuiden mucho la técnica vocal del alumnado.
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