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Sociedad y salud en cuba

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Resumen: se presenta una revisión bibliográfica sobre sociedad y salud, su vínculo con la realidad cubana.

Autora: Dra. Damara González Valdivia
Especialista de I Grado  en Medicina General Integral (MGI).
Profesora Instructora. Policlínico Universitario Vedado.

damara.glez@infomed.sld.cu
 

Sociedad y salud en cuba

Introducción

Partiendo de lo planteado por el profesor Francisco Rojas Ochoa en su publicación “El componente social de la salud pública en el siglo XXI”, este siglo será el de la aplicación de las ciencias sociales a la solución de los problemas de salud, la tarea consiste, en primer término, en el estudio de la salud y las enfermedades como estados de la vida humana de todas las épocas y culturas, teniendo en cuenta plenamente la condición al mismo tiempo biológica, social y personal del hombre.

Ello significa analizar las enfermedades como realidades biológicas cambiantes sometidas a circunstancias ambientales determinadas, como fenómenos sociales condicionados por estructuras socioeconómicas e integrados en patrones socioculturales concretos y como vivencias personales existentes en cada situación histórica.1

Los científicos han sospechado que el lugar donde el hombre vive influye en su salud tanto como la propia historia y el patrimonio biológico personal, todos coinciden en que los factores de riesgo como fumar, una vida sedentaria dañan la calidad de vida, pero no para todos es evidente que las relaciones humanas, el acceso a espacios no contaminados, los factores socioeconómicos como el empleo,la educación y los niveles de homogeneidad o desigualdad social influyen directa o indirectamente sobre la salud.2

En ningún sitio se encuentra la enfermedad humana como ‘mera naturaleza’, ya que siempre está condicionada y modificada por la actividad social y por el ambiente cultural que crea tal actividad”1

Hoy en nuestro país este enfoque de salud de la población encuentra una situación muy favorable para su exitoso desarrollo por ser parte de la batalla de ideas donde se fortalece y además por el carácter socialista de nuestro sistema político, económico y social.

Debido a la importancia actual de este tema para la medicina y que es unos de los problemas sociales de las ciencias médicas que estamos llamados a resolver, la autora ha decidido realizar esta revisión bibliográfica como un primer acercamiento al mismo que me permita realizar investigaciones posteriores sobre el tema. El prop'osito del trabajo es familiarizar al médico de la atención primaria de salud sobre la importancia de la equidad en salud.

 

Desarrollo

Estudiar como las condiciones sociales influyen y determinan la salud de la población es un tema de gran interés e importancia para la salud pública a nivel mundial que nos permite comprender a profundidad las causas por las cuales determinados problemas de salud aparecen, se mantienen y se desarrollan en las sociedades humanas, llevándonos a desentrañar los complejos mecanismos mediante los cuales el ambiente social influye en las patologías que afectan al hombre y de que forma influyen en la salud y el bienestar del ser humano.3,4

Los cambios sociales provocados por el modelo neoliberal han traído como consecuencia una nueva etapa de desigualdades ya que siguen existiendo las desigualdades causadas por la calidad de los ingresos (gerentes, empleados, obreros) y además aparecen desigualdades dentro de clases que se juzgaban homogéneas.
Dentro de los tipos de desigualdades se destacan:

  • Desigualdades de género.
  • Desigualdades geográficas.
  • Desigualdades en el acceso a prestaciones.
  • Desigualdades en el acceso al sistema financiero y por ende a niveles de atención de salud de calidad.5

Desde 1974, el informe Lalonde identifico las determinantes de la situación de salud y además definió cinco premisas del enfoque de salud en la población:

  • La salud está determinada por las interacciones complejas entre las características individuales, los factores sociales, económicos y los entornos físicos.
  • La salud de una población está enteramente relacionada con la distribución de la riqueza en la población.
  • Las estrategias para mejorar la salud de la población deben abordar un amplio rango de factores que determinan salud.

Es posible lograr ganancias de salud importantes concentrando las intervenciones en la salud de toda la población(o subpoblaciones especialmente expuestas) en lugar de los individuos.

Mejorar la salud es una responsabilidad compartida que requiere desarrollo de políticas públicas saludables que incluyen, pero trascienden al sistema tradicional de salud.6
 

Los sistemas de salud deben ser sociales y culturales, enfocar la salud de la población teniendo en cuenta las determinantes de la salud y diseñar estrategias que lleguen a toda la población, las cuales deben cubrir un amplio rango de determinantes de la salud como:

  • Ingreso y posición social.
  • Educación.
  • Entorno físico.
  • Empleo y condiciones de trabajo.
  • Características biológicas y condición genética.
  • Desarrollo del niño sano.
  • Redes de apoyo social.
  • Servicios de salud.
  • Además deben contemplar al menos tres direcciones:
  • Fortalecer a la población en la comprensión sobre los factores que determinan la salud, y promover su participación en acciones que mejoren su salud.
  • Fortalecer en los diferentes sectores de la sociedad la comprensión de las determinantes de la salud.
  • Promover y desarrollar iniciativas integrales e intersectoriales que mejoren la salud de la población.1

Cuando se piensa en salud hoy, es obligado pensar, analizar, comprender, las palabras clave de la salud humana y los sistemas de salud actuales: pobreza, globalización, neoliberalismo, inequidades, exclusión, deterioro del tejido social, migraciones, movimientos sociopolíticos, terrorismo, deuda, privatizaciones, libre comercio.7

Quizás, la definición de inequidad en salud más divulgada y sintética sea aquella propuesta por Margaret Whitehead, que en su esencia plantea la inequidad referida a desigualdades que son innecesaria y evitable pero que, además, se consideran injustas.

Cuatro enfoques filosóficos-morales de la equidad en salud son expuestos por Peter y Evans.

  • El enfoque utilitarista propugna que debe potenciarse al máximo la suma de bienestares individuales, asumiendo que es igual la capacidad de todas las personas para disfrutar de salud. Bajo esta concepción, el logro de la máxima salud de la población implica que cada persona debe alcanzar el nivel más alto de salud, siendo indiferentes los grupos de población que logran estos beneficios (ricos o pobres) siempre que dichos beneficios ejerzan el mismo impacto sobre la salud global de la población.

 

  • El enfoque igualitarista se centra en consideraciones distributivas sin valorar la salud total, sostiene que sólo se requiere la igualdad de recursos generales, como la oportunidad de ganancias económicas, y una vez lograda tal igualdad dependerá de cada uno como quiera utilizarlos. Desde este punto de vista, una sociedad que garantice igualdad de recursos a sus ciudadanos no es necesario que preste atención especial a la salud.

 

  • El enfoque desde la perspectiva de la prioridad se considera como un contrapeso al principio del utilitarismo, requiere que los beneficios sanitarios sean asignados a los más enfermos y subraya que las diferencias en los resultados de salud importan sólo secundariamente, siendo lo importante los resultados sanitarios finales, centrándose esta perspectiva en los que tienen peor salud y no necesariamente en el estado de salud de los más pobres.

 

  • El enfoque derivado del ideal rawlsiano de sociedad como sistema de cooperación justo concibe que las desigualdades en salud sean consecuencia de una organización social que no satisface las exigencias de un sistema justo de cooperación social. Se identifican como injustas las desigualdades de clase, género, raza, región o de otro tipo que se originan en la estructura básica de la sociedad y que parecen ser el resultado de una división social del trabajo que beneficia a los grupos más acomodados, a expensas de los más desfavorecidos.8

La noción de equidad de la cual partimos en nuestro país se fundamenta en un criterio de justicia social que no niega la diversidad, e incluso la conceptúa como un elemento enriquecedor de lo social, y presupone la superación de toda práctica de discriminación en cualquiera de las esferas de la actividad humana. La equidad en salud significa para nosotros iguales oportunidades de acceso a los recursos disponibles, una distribución democrática del poder y de los conocimientos en el sistema de salud, y una política de salud que beneficie a todos sin consentir privilegios debido a diferencias de raza, género, territorio, discapacidad u otro rasgo de distintividad grupal o personal.9

En nuestro siglo vivir en la pobreza significa vivir menos y peor, enfermar mas carecer de servicios sanitarios eficientes y menor calidad de vida ya que la pobreza impide tener agua limpia, disponer de alimentos, comprar las medicinas, vacunar a los niños, alcanzar la expectativa promedio de vida.
En los países pobres la muerte no es una experiencia de ancianos sino de la infancia, por todo lo anterior la pobreza extrema fue catalogada como la principal causa de enfermedades en el planeta en la Clasificación Internacional de Enfermedades.10

Para la sociedad cubana, la salud es un derecho y está ubicada más allá de las fronteras del sistema de salud y pudiera decirse que ha sido vista como un producto social, resultado directo de un necesario desarrollo social armónico; sin olvidar a aquellos determinantes globales e internacionales que ejercen su influencia sobre los niveles de salud de la población como en cualquier otra nación del planeta.

Hacia esta sumatoria de determinantes nacionales, territoriales y locales han estado dirigidas las políticas públicas saludables en Cuba, donde estas han adquirido la dimensión de política de estado. La Revolución Cubana y su tradicional voluntad política de invertir en salud y desarrollo social, permiten por una parte el acceso real de la población a la educación y al empleo, promueve estrategias que fomentan el desarrollo cultural y la creación y consolidación de estilos de vidas y ambientes saludables.

El modelo social cubano estableció las bases para que el tema “salud” estuviera en la agenda de todos los factores implicados, desde los decidores del más alto nivel hasta cada sujeto en su comunidad.11

En los años 89-90 tras el derrumbe del campo socialista nuestro país sufrió una severa crisis económica conocida como periodo especial donde el PIB del país cayó en un 35%, las importaciones se redujeron en un 75% entre otros, esto trajo como consecuencias manifestaciones de reestratificacion social (propietarios, gerentes, ect), lo que se expreso en una configuración irregular de las condiciones de vida, a todo esto se unió el reforzamiento de la más cruel y despiadada guerra económica impuesta por el gobierno de estados unidos.12

En el país se realizaron varios estudios que caracterizaron los rasgos personales y familiares más notables asociados a la pobreza y a las desventajas sociales en esta etapa como:

  • Familias que tiene un tamaño superior a la promedio nacional.
  • Familias monoparentales con mujeres jefas de hogar que no trabajan establemente.
  • Altos niveles de maternidad adolescente, sin apoyo paterno.
  • Ancianos viviendo solos sin apoyo de otros familiares
  • Repertorio de estrategias de vida reducido, de bajo nivel de solución.
  • Importante peso de migrantes desde territorios de menor desarrollo socioeconómico comparativo que asientan en barrios improvisados, sin la infraestructura y la cobertura de servicios públicos necesarios.13

Las dificultades económicas explicadas anteriormente provocaron aumento en la incidencia de las enfermedades transmisibles. La tasa de mortalidad por estas enfermedades aumentó entre 1990 y 1996, y descendió a un mínimo entre 1998 y 2000. Año este último en que la tasa de mortalidad por enfermedades diarreicas agudas se redujo a 2,3 por 100 000 habitantes4 (tabla 1).

TABLA 1. Mortalidad por enfermedades infecciosas. Cuba1989-2001.

Año

Tasa por 100 000 habitantes

% del total de defunciones

1989

8,3

1,3

1990

9,4

1,4

1991

9,9

1,5

1992

10,4

1,5

1993

13,8

1,9

1994

13,5

1,9

1995

12,8

1,8

1996

10,6

1,5

1997

9,6

1,4

1998

8,0

1,1

1999

7,7

1,1

2000

5,5

0,8

Fuente: MINSAP. Anuario Estadístico de Salud 2000. Palcograf. La Habana, 2001.

La morbilidad también registró aumento en algunas tasas, como en la hepatitis, la tuberculosis, las infecciones diarreicas y respiratorias agudas, la leptospirosis y las enfermedades de transmisión sexual.14

El carácter estatal socialista de nuestro Sistema Nacional de Salud, su definición como universal, accesible, gratuito e internacionalista sin hacer distinción por lugar de procedencia, raza, sexo o credo, el hecho de que sea un sistema único, integrado y regionalizado basado en una amplia participación , control social y comunitario ,con una real integración en docencia-investigación-servicios; su carácter sistémico y la atención individualizada, el trabajo en red y la intersectorialidad como premisas de un real trabajo en equipo multidisciplinario necesario para mejorar la salud del pueblo permiten explicar que “en el caso cubano” la organización social y el desarrollo permanente del sistema y los servicios de salud ejercen una contribución relativa más significativa sobre los niveles de salud de la población que cualquiera de los restantes factores que los determinan; algo que algunos estudiosos internacionales intentan estudiar bajo el sospechoso termino de “la paradoja de la salud en Cuba” y que no requiere más que entender como una adecuada organización social y de los servicios de salud bajo una real voluntad política, impacta decisiva y positivamente en los niveles de salud , permitiéndonos modificar favorablemente nuestros indicadores de salud.

Debido a lo anterior podemos decir que con este modelo los “niveles de salud de la población cubana” son, en última instancia el resultado del “decisivo papel del estado, de la voluntad política de convertir a la salud en una política de estado y en un derecho humano de todos los ciudadanos”, política que se hace realidad a través de cuatro ejes fundamentales: “la inversión en desarrollo social, el desarrollo permanente del sistema y los servicios de salud, la formación de capital humano y social y el desarrollo de redes y la participación social”.11

Como consecuencia de esta estrategia, los indicadores de salud cubanos pueden ser hoy comparados ventajosamente, con los de países de alto desarrollo socioeconómico.15

 

Conclusiones

  • Los sistemas de salud deben ser sociales y culturales, enfocar la salud de la población teniendo en cuenta las determinantes de la salud.
  • La voluntad política y la acción intersectorial son premisas clave de la determinación de la salud de la población cubana.

 

Bibliografía.

1 Rojas F.El componente social de la salud pública en el siglo XXI. En: Salud Pública. Medicina Social. Editorial ciencias medicas.2009.p 207 – 213.
2 Díaz-Perera G. Acercamiento metodológico al estudio de los determinantes contextuales de las enfermedades consecuentes de la aterosclerosis y sus factores de riesgo (Tesis Doctoral).La Habana, Cuba: CIRAH; 2011.
3 Barradas R.Epidemiologia social.Rev Bras.Epidemiol.2005; 8(1):7 – 17.
4 Franco M .Determinantes sociales de la salud: la prevención desde la epidemiologia social. Prevención en el Sistema Sanitario: ¿hacia dónde vamos? Oviedo, 17 Febrero 2009.
5 Ziccardi A. Pobreza urbana, desigualdad, exclusión y políticas sociales en las sociedades complejas. Ponencia presentada en el 3er Congreso latinoamericano de ciencias políticas,4 al 6 de septiembre de 2006.Campinas,Brasil.
6 Health Canadá. Salud de la población. Conceptos y estrategias para las políticas públicas saludables: la perspectiva canadiense. Washington, D.C.: OPS.2000.
7 Rojas F.El desarrollo de la economía global y su impacto sobre políticas de salud. En: Salud Pública. Medicina Social. Editorial Ciencias Medicas.2009.p 193 – 206.
8 Peter F, Evans T. Dimensiones éticas de la equidad en salud. En: Evans T, Margaret W, Diderichsen F, Bhuiya A, Wirth M, ed.Desafio a la falta de equidad en salud: de la ética a la acción, Washington, D.C.: Fundación Rockefeller; OPS; 2002. (Publicación Científica y Técnica No 585).
9 Ramírez A, López CM. A propósito de un sistema de monitoreo de la equidad en salud en Cuba. Rev. Cub. Salud pública. (revista en Internet). 2005 (citado 2013/2/20);31(2).Disponible en http://scielo.sld.cu.
10 Benach J, Muntaner C. Aprender a mirar la salud. ¿Como la desigualdad social daña nuestra salud? Barcelona. Editorial El viejo topo; 2005.
11 Álvarez AG, García A, Bonet M. Pautas conceptuales y metodológicas para explicar los determinantes de los niveles de la salud en Cuba.Rev.cub.Salud publica. (rev en Internet).2007. (citado 2013/2/20);33(2).Disponible en http://scielo.sld.cu.
12 Díaz – Perera G, Alemañy E. Enfoque de la desigualdad social en periodo de crisis: Experiencia cubana.Rev haban cienc med (revista en Internet) 2011 (citado 2013/2/19); 10(1).Disponible en http://scielo.sld.cu.
13 Zabala MC.Familia y pobreza en Cuba. Estudio de casos. Publicaciones Acuario, Centro Félix Varela. La Habana.2010.
14 Rojas F.Situacion, sistema y recursos humanos en salud para el desarrollo en Cuba.Rev cub.Salud.publica. (revista en Internet).2003. (citado 2013/2/19); 29(2).Disponible en http://scielo.sld.cu.
15 Gálvez AM.Guia metodológica para la evaluación económica en salud.Cuba, 2003.Rev cub.Salud publica. (revista en Internet).2004 (citado 2013/2/18); 30(1). Disponible en http://infomed.sld.cu.